Agencias
La extraña desaparición del
laureado escritor Juan Khan Chan, a unos días de que pronunciara imprecaciones
contra miembros del movimiento literario denominado poscorrientismo, ha causado
furor entre sus seguidores. El literato, quien días antes se ubicaba en su
lujosa residencia en Zimatlán de Álvarez, ofrecería una declaración pública en programada
para el cuatro de febrero, donde presuntamente daría pruebas de la mediocridad
del movimiento oaxaqueño y de sus afanes netamente neocaciquiles que, en
palabras del escritor "son una verdadera desgracia para las letras
mexicanas. No son más que la imitación fiel de añejos movimientos que no hacen
más que estorbar el verdadero desarrollo cultural. Me basta con demostrar que
el uso del lenguaje en estos jóvenes pseudoescritores raya en la total
incompetencia".
El maestro de las letras nacionales
fue visto por última vez en conocida tienda transnacional de autoservicio
donde, según testigos que prefieren el anonimato por miedo a represalias, fue
abordado por una camioneta de color pardo oscuro sin placas, de la que bajaron
dos hombres enfundados en elegantes chamarras de cuero negro, mismos que al
estilo del secuestro exprés, subieron al intelectual mexicano partiendo con
rumbo desconocido.
Por su parte, el reconocido
novelista Gadamer Kalamín, lamentó ayer por la tarde el suceso y
planea una marcha motorizada hacia la capital del país el dos de febrero con
maestros de la sección 22, mismos que cerrarán calles para exigir se averigüe
el paradero del autor de Paulo Cohello
debe morir, y aprovecharán para exigir se cumplan sus demandas
tradicionales. "Dos pájaros de un tiro", declaró Kalamín preocupado
por las reacciones que la marcha pudiera provocar entre los llamados
poscorrientistas quienes, desde su juico, han perdido los escrúpulos. "Dos
y tres de febrero México se desquiciará. Se hará justicia para Khan Chan de
quien los maestros han leído la mayor parte de sus obras", sentenció el también autor de La máquina de coser, y detalló con
precisión literaria las condiciones en que halló la lujosa casa del
desparecido:
La habitación, que alguna vez fuera su estudio, se sostenía de unos
muros blancos inmaculados. La mesa de caoba estaba repleta de libros de
filosofía, medicina, temas antropológicos y curiosidades literarias. Parecían
haber sido amontonados con indiferencia a la luz de un pequeño tragaluz en el
techo que permitía, durante el día, apreciar un haz de luz de probablemente un
metro de diámetro. Por lo que respecta al librero, se había convertido en una
estantería con muestras de orina en diminutos frascos, había cientos de ellos,
cada uno fechado mediante etiquetas. No podía saberse si el título de cada uno
de los anaqueles, divididos por áreas de conocimiento, tenía alguna relación con esas muestras, o sí
se trataba de una disposición fortuita, o si pertenecían a los libros colocados
en su versión original. Afuera, un jardín descuidado envolvía el terreno en
maleza, pero alcanzaban a notarse fracciones con la tierra removida, era
evidente que alguien había cavado al menos una decena de
fosas en torno a la casa. Por lo demás, no había ninguna otra cosa fuera de lo
habitual; el juego de sala impecable, la cocina ligeramente sucia y ¿el baño?,
cierto, el baño estaba destrozado, el espejo se había desmoronado en un lavabo
que apenas y lograba sostenerse de la pared, el retrate parecía demolido a golpes, probablemente con un mazo, y la
puerta ostentaba visibles marcas de uñas aferradas a desgarrar la madera.
Ningún rastro de sangre, ningún rastro de él, creí que se trataba de otra de
sus manías, otra de sus tendencias a teatralizar su hogar como si fuera
escenario de acontecimientos brutales, pero esta vez era diferente.
Kalamín ya prepara además,
manifestaciones nacionales como las hiciera su colega Javier Sicilia. La prensa
ultraizquierdista ha señalado que se trata de una estrategia para promover su
último libro Fadanelli, la puta que
comercializó el malditismo, que ha recibido numerosas críticas de los
expertos. "Es un asunto humano que nada tiene que ver con el marketing. Se
trata de Khan Chan, el más importante escritor de los últimos tiempos",
señaló.
A estas alturas del problema, los
principales sospechosos se hayan entre algunos de los "posc", como vulgarmente
se les refiere: Saúl Díaz Parra, Jesús Rito García, Óscar Tanat y Alfonso
Carballo, quienes fueron imprecados en días anteriores por la fina pluma del
escritor. Los intelectuales temen que las amenazas que Carballo expresó en los últimos días se estén cumpliendo. Por lo pronto la PGR ya inició
las averiguaciones correspondientes.
¡Yo creo que ni existe ese tal Juan Khan Chan!Si existiera habria algo de él en internet o sobre todo como lo dicen que varias veces fue postulado para PREMIO NOVEL. Esto es parte de su show "Post-corrientistas",crear un personaje que disque los odia ja ja ja ja ....
ResponderEliminarpremio Nobel va con B...simio...
ResponderEliminarBueno al menos me dijiste simio y no post-corrientista.
ResponderEliminarCreo que va con B, al menos al que estuvo nominado Juan Khan Chan, así se escribía
ResponderEliminarbola de ardidos!! ya quisieran ser poscorrientistas!!!!
ResponderEliminarLa verborrea utilizada es inestable. Me recuerda a Rimbaud en sus inicios.
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